DBerti Comunica

**¿Cuales son las batallas de la vida que estás eligiendo participar?

**¿La «pelea» de la tristeza, de la molestia y de las quejas o la de tu felicidad, que es la maravillosa lucha por construir la mejor versión de ti mismo?

¿Te has dado cuenta de lo fácil que es vivir triste, molesto o quejándose, que estar bien, en plenitud y expresando buenas palabras? Pregunto esto, porque la vida presenta una secuencia de hechos, decisiones, actos, reacciones, causas y consecuencias, y muchas veces, no permite que prevalezcan nuestras voluntades y deseos; esto causa ira, tristeza, frustración y revuelta, entre otros sentimientos.

Este «ciclo» de contrariedad se establece en nuestra mente e instala el «modus operandi» de la queja y las famosas frases: «la vida es injusta», «solo me pasa a mí», «siempre me pasa a mí», «está todo es una porquería ”, etc. Y luego se crea una especie de acomodación que enyesa a la persona en este escenario. Otras palabras pesadas que llegan como verdades absolutas son: «Estoy batallando mucho», «Me enfrento a un león por día», «cada día es una lucha», etc.

¿Te das cuenta de que esta no es la batalla que debemos luchar? ¿Qué este es un flujo pesado que se establece y paraliza, y hace que la visión sea estrecha y extremadamente pesimista como si no hubiera otras posibilidades?

La verdadera batalla que vale la pena elegir para entrar es por nuestra felicidad, que en realidad es luchar para construir la mejor versión de nosotros mismos. Esta si es una «guerra» diaria de construcción, de autoobservación y observación de nuestra realidad, de capturar los mensajes que el Universo nos envía, de buscar curas emocionales, de superar creencias falsas, de replantear eventos, de buscar un propósito para servir al mundo, un profundo autoconocimiento y permiso para cambiar todos los días y siempre que sea necesario (¿Quién dijo que todo esto es fácil?) pero vale la pena invertir más que energía, tiempo de calidad.

Comienza a ver la vida como un gran regalo y las adversidades como maestros, que nos impulsan a crecer (¿Y quién dijo que no duele?), y no como enemigos que vienen a castigarnos. Comprar «armas» para esta batalla es legal y tiene un enorme valor. Y los primeros son la paciencia, el cuidado personal y la autocompasión.

Este trío de oro ameniza mucho los contextos no siempre positivos, nos regala ánimo y fortaleza para tratarnos bien y apoyarnos. Genera bienestar físico y mental, y así ganamos muchos puntos en esta batalla de la construcción de nuestra felicidad J

Otra poderosa «arma» es el auto perdón, que elimina de nuestras vidas de una vez por todas la figura del verdugo y, en consecuencia, la víctima, que se queja mucho y se siente completamente impotente por nada. El amor propio es esa «arma» sorpresa que cuando la adquieres, ¡no sabes cuáles serán los efectos reales y terminas cambiando radicalmente tu realidad! Por increíble que parezca, existe una enorme resistencia, porque no aprendimos temprano lo que es y, principalmente, su importancia.

Con todas las «armas» que mencioné, y sabiendo en qué batalla se debe entrar, ¡lucha!

Lucha por colocar los ladrillos en tu camino con mucha dedicación y amor por ti mismo, respetando tus procesos, dejando de lado la resistencia a los cambios, permitiéndote crecer y evolucionar diariamente, en una hermosa dinámica de lapidación, rumbo a tu mejor versión, que estará de la mano de la felicidad! ¿A luchar esta buena «guerra»?

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