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Desprogramar el ego para escuchar el alma

¿Alguna vez te has parado unos minutos a observar cómo va tu conversación interior? ¿Cómo es tu «charla» contigo mismo? ¿Es una charla animada y positiva, «adelante y adelante», que te apoya y te cuida todo el tiempo, o es una conversación pesada, que te exige y te deja el cuerpo congestionado de tensión? ¿Estás escuchando a tu Alma o a tu EGO?

Si la respuesta es la segunda opción, debes saber que hay una manera de darle la vuelta a este horrible juego, pero para ello, el enfoque debe estar 101% dirigido a las siguientes palabras: AMOR PROPIO y FUERZA DE VOLUNTAD. Decir que es fácil desprogramar al «verdugo» interno de años que no se apoya en casi nada, (al contrario, se carga y se juzga en todo), no es fácil, pero estas palabras mágicas son el antídoto contra tanto cortisol. Son un stop con mayúsculas a una realidad gris, negativa y sin encanto, creada por un «simple” chat interno.

Permítete observarte y la conversación «habitual» se convierte en una «entrevista» llena de porqués y las respuestas empiezan a aparecer, las fichas empiezan a caer y, de hecho, la realidad empieza a cambiar porque el amor propio empieza a florecer.

La esencia, que hasta entonces había estado asfixiada, comienza a ganar espacio y ahora consigue estirarse, hasta el punto de hacer pellizcos internos, del tamaño del «ruido» que hace. Más alargada, despierta a su fiel escudera, la intuición, y a través de ella, el alma gana un increíble canal de comunicación con nosotros, y el reinado del verdugo interno, a partir de ese momento, comienza a ser destruido día tras día.

El parce interno nace y empieza a verlo todo con ojos de buena voluntad, con ojos de «estamos aquí para aprender», con ojos de «respeta tu tiempo, respeta tu cuerpo». Las palabras del diálogo, antes ácidas, ásperas, duras, se vuelven dulces, tiernas y sensibles, en una dinámica de nada es casual, todo tiene un porqué.

Por supuesto, el verdugo a veces seguirá queriendo «lucirse», pero será rápidamente atrapado y ya no podrá escabullirse, dominar el día, el humor y el ánimo. El camarada interior tendrá una voz más activa y la intuición le apoyará en hermosas percepciones, llenas de sabiduría y coherencia.

La charla interna se convierte ahora en: «Me apoyo, me abrazo, me descubro, me valoro, me quiero y me celebro mucho y por todo, porque soy merecedora de toda la abundancia del mundo, en todos los ámbitos de mi vida».

Y que este maravilloso diálogo se perpetúe en tu vida cotidiana, en mi vida cotidiana, en la vida de los que nos rodean, ¡en un magnífico círculo virtuoso!

Que así sea ?

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